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jueves, 31 de julio de 2008

Discurso de bienvenida leído el jueves 31 de julio a los compañeros de nuevo ingreso (versión IV)

Compañeros:

Como ustedes, somos estudiantes de la licenciatura en Historia. Venimos a darles la bienvenida en nombre de la Asamblea de Estudiantes del Colegio de Historia. Antes que nada, agradecemos el tiempo amablemente cedido por la coordinación para leerles este mensaje.

La Asamblea es un órgano estudiantil que pretende generar al interior de la Facultad de Filosofía y Letras un espacio de discusión, reflexión y acción conjunta para enfrentar los problemas vinculados con nuestra vida universitaria. Se define por cuatro características: Respeto, en tanto trabajamos bajo un conjunto de normas que lo garantiza, Independencia y Autonomía, porque nuestras decisiones y acciones emanan exclusivamente de la misma Asamblea y no pertenecemos ni estamos afiliados a ninguna organización política o social; y Pluralidad, ya que somos un órgano al cual todos los estudiantes de historia estamos invitados a participar por igual, con independencia del semestre cursado, la filiación política, la edad, el sexo, etc.

La iniciativa para conformar un órgano con estas características se originó en la necesidad de contar con una instancia a través de la cual participar de forma activa en la toma de decisiones de todo aquello que como estudiantes nos compete en la medida en que incide directamente sobre nosotros. Consideramos que los cauces institucionales no permiten este tipo de participación por dos razones: porque no son representativos, es decir, los estudiantes no nos sentimos representados por quiénes a ellos concurren en nuestro nombre; y porque pensamos que están incapacitados para ser representativos, en la medida en que no cuentan con una comunidad a la cual representar. Es por esto que en la Asamblea nos planteamos un doble objetivo: no sólo construir un órgano capaz de dar cabida a nuestras opiniones e intereses, sino también generar una verdadera comunidad estudiantil.

Por verdadera comunidad estudiantil no entendemos un conglomerado de estudiantes reunidos en el tiempo y el espacio, sino una suma de individuos en constante interacción, producto del diálogo, el trabajo y el aprendizaje. Consideramos que la existencia de una comunidad con estas características es condición de posibilidad para la representación y la participación.

Ingresar a la Universidad tiene muchas implicaciones, algunas positivas y otras no tanto. En el interior de la UNAM ustedes gozarán de enormes ventajas y privilegios, como son educación gratuita y de calidad, una amplia variedad de posturas tanto teóricas como políticas, una enorme gama de servicios, muchos excelentes maestros y clases, un espacio para su desarrollo integral, un gran número de conferencias y eventos para todos los gustos, y un ambiente plural que se expresa en las paredes de esta Facultad, dónde se anuncian desde Luis Pasos hasta Hugo Chávez; desde la Iglesia Católica hasta el anarcofeminismo, pasando por los candidatos de las distintas planillas para la dirección del sindicato, los cursos y talleres de POSMO, los mil y un cineclubes de la Universidad, y la inocencia y dignidad de nuestra compañera Lucía Morett. Es éste uno de los pocos baluartes de la plena libertad de expresión en el país, donde cada quién puede concebir esa libertad desde su perspectiva y ser respetado, dónde no se puede callar a nadie. Encontrarán también aquí lo que hace que esta Facultad siga siendo emblemática de la Universidad: la discusión en el aula y en el espacio público. Sin embargo, pertenecer a esta universidad trae consigo una serie de problemas que como estudiantes necesariamente tendrán que enfrentar.

Pronto se darán cuenta de que la Facultad no es exactamente como ustedes imaginan. Queremos advertirles de algunas de las dificultades y problemáticas a las que van a enfrentarse.

Una de las más evidentes en la Facultad es la limpieza de los servicios sanitarios. Sucios, carentes de papel, jabón, tapas en los inodoros, incluso agua, nuestros baños forman un conjunto más bien poco higiénico e indigno.

En escasos quince días notarán la cantidad de fotocopias que es necesario adquirir para sus distintas materias. Cada semana tendrán que comprar centenas de copias, y aunque el precio de éstas en las fotocopiadoras de la Facultad es bajo comparado con otros externos, la cantidad de fotocopias conllevará un gasto elevado para ustedes.

La cafetería de la Facultad proporciona un servicio que muchos necesitarán por los horarios en que tomarán clase. Pero la comida no es de buena calidad, y los precios a los que se vende son algo elevados y aumentan cada semestre.

Así como encontrarán en la Facultad excelentes profesores, van a toparse con docentes mediocres, irresponsables, ausentistas, arbitrarios, irrespetuosos, ignorantes. Para ser buenos historiadores, tendrán que aprender no sólo sobre Historia, sino también cómo evitar a estos personajes.

El oficio de historiador tiene tres ramas: investigación, docencia y difusión. Hallarán que la carrera no los prepara suficientemente para los dos últimos, o, incluso, no los prepara en absoluto.

No encontrarán ninguna forma de dar a conocer sus trabajos, de exponerlos como ponencias entre sus mismos compañeros o de convertirlos en artículos para una revista estudiantil, y los verán poco a poco acumularse, incluso los mejores, almacenados en carpetas, habiendo tenido como único lector sólo a un profesor.

Dependerán en gran parte para sus tareas, trabajos e investigaciones de una biblioteca ineficiente y desordenada, que ha sido víctima de variados saqueos y cuyos horarios oficiales no siempre se respetan. Se darán cuenta de que no encontrarán 1 de cada 3 libros que busquen, y que el material está maltratado y a veces es inutilizable.

Vivirán en la ignorancia respecto al presupuesto de la Facultad y a la forma en que se utiliza. No podrán explicar por qué faltan libros, o por qué no se les da mantenimiento, por qué no se subsidian las fotocopias, por qué las bancas son incómodas, por qué varias computadoras están en mal estado, entre otras muchas cosas.

Vivirán también en silencio. Habrá muchas decisiones que las diversas instancias de gobierno tomen y que incidan de forma directa sobre sus estudios, sobre su vida en la Facultad, y sobre las cuales rara vez serán consultados.

Es por estas cosas y por otras que creamos una Asamblea, es por esto que intentamos construir una comunidad que pueda enfrentarse como tal a los problemas que son de todos, con la convicción de que sólo trabajando juntos podremos aspirar a resolverlos. Para esto, no sólo hacen falta instancias adecuadas, sino también áreas que posibiliten el intercambio de experiencias, para discutir, para contarle al compañero lo que dijo algún profesor en su clase, o lo que dice cierto autor en uno de sus libros. Áreas como la que existía hace un año en uno de los patios de la Facultad, el Ágora, ahora cancelado sin consulta previa para construir sobre él una sala de lectura cuyo costo fue enorme y sus beneficios cuestionables. Áreas que sólo trabajando juntos podremos defender, conquistar o generar.

Les damos entonces la más cordial y fraternal bienvenida a la Facultad de Filosofía y Letras, a la licenciatura en Historia, a la vida universitaria, a la discusión y al diálogo. Y junto con la bienvenida, les extendemos una invitación a participar, a no quedarse callados, a no permitir el monólogo magisterial, a exigir aquello a lo que tienen derecho, a no resignarse a únicamente quejarse por los pasillos, a formar parte activa de la Asamblea de Estudiantes y, sobre todo, de la comunidad. Los invitamos también a asumir la responsabilidad que ser un estudiante de la UNAM conlleva, a esforzarse en sus clases, a leer siempre más de lo que se les pida, a cuidar las instalaciones y los recursos que estarán a su disposición, a mantener en alto el nombre y prestigio de la Universidad que los acoge, a desempeñarse como estudiantes y posteriormente como profesionistas con ética, responsabilidad y humanismo.

Por último, queremos hacer explícita una invitación más, invitación a acercarse a nosotros con sus dudas y problemas, ojalá que como miembros de la Asamblea Estudiantil, pero también como compañeros. Queremos que quede claro que en la Asamblea estamos para discutir y para trabajar en la solución de los problemas comunes, pero también para aprender a ayudarnos entre todos.

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